''Qué importa ser poeta o ser basura''
Decía Extremoduro.
Yo elegí basura.

martes, 22 de octubre de 2013

"Un infierno allí dentro"

Creía que la principal ventaja de estar enamorado y ser correspondido era que las noches dejaban de ser mares de tristeza. Sin embargo, yo le sigo contando a mi almohada cada noche en forma de lágrimas todo lo que me mata por dentro. Supongo que esa es la desventaja de poetas y escritores, que viven en la permanente oscuridad de sus sentimientos; llevan un infierno interno allí dentro.

sábado, 12 de octubre de 2013

La primera regla para ser escritor es tener el corazón roto y haber amado como nadie.

¿Cómo hay gente que se le pasa tan rápido eso del "amor"? Decir "te quiero" a alguien y dos horas depues olvidarte de esa persona no es normal. Nadie deja de querer en menos de dos horas. ¿Cómo, después de estar tan enamorado, la otra persona pasa a ser alguien sin importancia? Y yo me pregunto de donde consigue la gente esa capacidad de olvidar, esa fuerza para superar las cosas.
Yo creía estar echa a prueba de balas, ser capaz de resistir todo. Me había creado mi barrera invisible y nadie podía tocarla. Pero como siempre, idiota yo, abro la barrera para que entre alguien y me confío, y me destrozan todo. Y vuelvo a darme cuenta de que sigo siendo la misma imbécil vulnerable que era siempre y que nada ha cambiado.
Yo en parte envidio a los que utilizan a las personas, ojalá yo pudiera hacerlo sin sentir lástima ninguna. Sería la mejor forma de no ser herido.
Pero, en parte, me alegro de ser así como soy, de sentir el dolor, porque, las mejores palabras que ha conocido nuestra historia han salido siempre de un corazón roto.

domingo, 6 de octubre de 2013

Todo había cambiado, la vida les había dado su golpe de suerte.

Ya no se miraban como antes; ahora habían descubierto en sus ojos algo diferente: ese brillo especial que aparecía solo cuando se observaban entre ellos. Era algo único de los dos, algo especial e íntimo, que no compartían con nadie más. Y en ese secreto que los dos poseían descansaba su felicidad.
Nunca nadie sabrá lo diferente que era el mundo cuando nadie podía verles, ni las sonrisas que se dedicaban a escondidas, siempre ocúltandolas a la gente. Y así creaban su propio mundo, lejos de todo, porque ellos ya tenían su propio paraíso y no necesitaban más. Y compartían sus emociones, sus pensamientos y sus propios cuerpos, porque se sentían uno; ya no eran dos personas, sino una sola dividida en dos mitades que encajaban a la perfección. Ya no estaban perdidos, habían encontrado su lugar en el otro, y así seguiría siendo para siempre.
Eran afortunados, porque siempre las mejores sonrisas son las que se dedican en la intimidad.

viernes, 4 de octubre de 2013

¡Hipócritas!

Hablan de amor y ponen los cuernos a la menor oportunidad que tengan. Hablar de besar y lo hacen con los ojos abiertos. Hablan de hacer el amor y lo único que han hecho ha sido follarse a todos los tíos o tías que han conseguido. ¡Hipócritas! ¿Por qué hablan de cosas que no entienden? Decir "te quiero" y al día siguiente irte con otro no es querer. Dejad de mentiros a vosotros mismos y dejad el amor para la gente que lo siente de verdad.

jueves, 3 de octubre de 2013

¿De qué sirven los "te quiero" si no se sienten?

Decirle a alguien que le quieres sin sentir nada no es algo bueno como muchos piensan, más bien es de necios e hipócritas. Esa gente debería reservar esas dos palabras para cuando las sientan de verdad, porque es lo más valioso que una persona podría decir. Es verdad que a veces los "te quiero" se dicen por miedo, porque con esas dos palabras esperas solucionar todos los problemas del mundo, o simplemente por miedo a perder a alguien.
Pero os diré una cosa, los "te quiero" que son por miedo, son los que se sienten de verdad. Porque amar significa tener miedo a perder, a caer; y puede que pronunciando esas dos palabras todo cobre sentido y tus temores desaparezcan, junto con los de la otra persona. ¿O no es verdad que cuando oyes un "te quiero" parece que nada más importa menos esas palabras? Es increible la fuerza de las palabras, aunque también es verdad que a veces ni los "te quiero" pueden solucionar lo que ya está roto.