''Qué importa ser poeta o ser basura''
Decía Extremoduro.
Yo elegí basura.

viernes, 23 de mayo de 2014

Mi piel... tu piel....

Mi piel... tu piel...
Acompasadamente juntas, compenetradas, se convertían en una con el simple roce. Encajaban perfectamente, la una con la otra; era como si estuvieran diseñadas para estar juntas. Y cada caricia, cada beso, cada mirada... se convertían en nuestros secretos.
Tus dedos recorriendome.... estudiandonos. Nunca nadie podrá entender ni sentir nada parecido a la sensación de abrazar a alguien, desnudos, bajo las sábanas. Nadie comprendería las miradas en silencio, los besos de necesidad, ni las ganas de juntar nuestros cuerpos, uniéndolos, llegando a lo más cerca que dos personas pueden estar la una de la otra.
Y el placer.... el insaciable e inagotable placer que lo llena todo. Y es genial, tener la oportunidad de conseguir que otra persona alcance su máximo placer, que cada nervio de su sistema nervioso cobre vida.... solamente con tu cuerpo, mientras su cuerpo queda completamente a tu disposición. Nadie que no haya vivido esto podrá saber lo que se siente, nunca podrá ser feliz.
Tu piel.... mi piel....
Nuestra piel.

lunes, 12 de mayo de 2014

Cambios

La vida no es lineal, sigue el libre albedrío. Las cosas cambian, para bien o para mal; se va el verano y llega el otoño, el café se enfría y.... la gente va y viene. Es de idiotas esperar que todo siga siempre igual, es absurdo esperar siempre lo mismo de la gente. La gente cambia, o somos nosotros los que cambiamos y ni siquiera nos damos cuenta. Por eso es mejor no volver al campamento de verano al año siguiete: te encontrarás con que ya nadie es como era y te sentirás un extraño entre tus antiguos amigos.
Y en el amor, todo, a su vez, cambia. Los principios son hermosos, cuando se empieza desde cero, cuando no hay fallos ni defectos. Pero, poco a poco, descubres el lado malo de la gente, te das cuenta de que ya no es igual, ya no os mirais como antes, ya es costumbre, es como esa horrible rutina que no te puedes quitar de encima. Y así, un día, cuando te des cuenta, comprenderás que has destruido tu bonita historia de amor inicial convirtiendola en una asquerosa normalidad. Y, es que poco a poco, la gente se va dejando. Te acomodas, hasta que llega el momento en el que ya no importa nada, ni la felicidad de la otra persona ni nada. Simplemente está ahí, y como el recuerdo del principio prevalece, piensas que todo sigue siendo igual, cuando en realidad no es ni una sombra de lo que fue. Ya nada es especial. Ni siquiera los besos son especiales. Y dime, ¿qué sientes cuando le ves? O, mejor aun, ¿cuántas veces quieres verle y cuántas veces no? Quizás es hora de replantearse principios.
Ya nada importa, hemos destruido al amor, o el amor nos destruye a nosotros, quien sabe.
Y ahora es el momento en el que deseas volver al principio, y ya no puedes ser feliz porque nada es igual. Y, así, empiezas a vivir de recuerdos, de lo que era y no de lo que es, y tu vida empieza a dar asco, porque en el fondo de tu alma, nunca podrás ser feliz, no sin tu precioso principio de la historia, el que has perdido hace mucho.