No es la primera vez que pasa, no es nuevo. He tenido peores momentos en mi vida y no podré decir que hayan sido mis mayores sufrimientos, porque seguro que en el futuro me pasarán cosas peores. O mejores, quien sabe. Lo importante es que siempre he sabido levantarme cuando me caigo. Lo que aun no se como superar es eso a lo que yo llamo "vacío". Esa sensación de que no hay nada dentro, de que solo pasan las horas sin ningún sentido y sin llevarte a ninguna parte. Es como si todo dejara de tener sentido y de repente, te encuentras sola, en tu habitación, preguntándote "¿qué estoy haciendo?"
Y el tiempo sigue pasando, lento.
Decía Extremoduro.
Yo elegí basura.
miércoles, 30 de julio de 2014
Vacío
lunes, 28 de julio de 2014
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Las cosas se olvidan, o eso dicen. Yo no me lo creo del todo, todo queda ahí siempre,guardado muy hondo, y cuando menos te lo esperas vuelve a salir a la superficie. Quizás hay personas que no lo entiendan, pero algún día, dentro de muchos años, en algún momento volverán a recordar aquellos tiempos y entonces comprenderan, por muy triste que sea, que siempre se hecha de menos al pasado, y que éste, triste y melancólico, nunca vuelve.
Vivimos en una extraña sucesión de pasados perdidos.
domingo, 27 de julio de 2014
La ciudad
lunes, 21 de julio de 2014
Sombras del pasado
Suele pasar que las despedidas son difíciles. Es duro deshacerse de algo que llevaba tanto tiempo formando parte de tu vida, es como si de repente faltara algo que completase tu existencia. Las despedidas, aunque sea incluso de cosas efímeras, son duras y dejan huella. Pero nadie nunca habla de lo difíciles que son los reencuentros. Ese momento en el que vuelves a encontrar algo de lo que te habias despedido hace mucho y que creias que no volvería. Los reencuentros son doblemente más difíciles ya que de la ilusión del primer momento pasa al golpe duro de descubrir que ese algo ha cambiado. Esa persona ya no es la que era. La vida, el tiempo y los momentos la han cambiado. Te das cuenta, comprendes que ya no volverá a ser como antes, que las cosas no pueden ser dos veces iguales. Y llega un momento en el que tratas de vivir historias pasadas en un presente que ya no es tuyo, con personas que solo son fantasmas de aquellas que conocías. Te aferras al pasado, y vives un sueño inmaterial combinado con el presente abrasador, cuando, en verdad, lo único que haces es desperdiciar el presente.
Quizás tú también has cambiado, igual en parte la gente cambia al ver que tú ya no te comportas igual. La vida nos cambia, e intentar que las cosas se mantengan siempre igual es completamente imposible. En ese caso, te hallarás solo, viviendo del pasado, para desperdiciar un presente que también, a su vez, será solo un pasado lejano y oscuro.