''Qué importa ser poeta o ser basura''
Decía Extremoduro.
Yo elegí basura.

jueves, 25 de junio de 2015

Inexistencia.

La mente es el peor enemigo del ser humano.

Siento constantemente cómo algo dentro de mí grita, golpea unas paredes invisibles y se lleva las manos a la cabeza en un intento desesperado de dejar de escucharse. Creo que soy yo, o mi mente, intentando hablarme. Admito mis idas, mis venidas, mis defectos y mis ataques de pánico. Soy consciente de mi temor a la oscuridad porque me siento sola, y también conozco mi miedo a estar rodeada de gente, y la sensación de agobio que me produce.

Solipsismo. Lo definen como la creencia de una persona que está convencida de que solo existe él en sí mismo. Tiendo al solipsismo. A veces, estoy rodeada de personas y me da miedo porque me siento sola, los veo como simples reflejos imperfectos de algo que en realidad no existe. De ahí viene mi miedo, porque es una sensación tan solitaria y a la vez hay tantas personas rodeándome que me desespera.

Y esa voz dentro sigue gritando, deseando escapar... Deseando decirle al mundo lo que pienso, lo que me gustaría que hicieran, solo quiero que me entiendan...

Nadie lo hace. Todo el mundo está concentrado en sí mismo. Yo no me excluyo, seguro que hay otras muchas personas con su cabeza gritando que quieren ser escuchadas y yo no las escucho. Somos así, no podemos salvar a todos. No podemos ayudar a otros porque nadie nos ayuda a nosotros. Estamos todos paranoicos.

Puede que sea yo la única paranoica, o la única cuerda en un mundo de idiotas. Me domina la impotencia, la de no poder decir que me pasa porque no me escuchan, la de que personas a las que necesito no estén ahí, o no quieran estarlo. Todos nos quieren cuando estamos bien y felices, que casualidad. Dime, ¿quién se queda cuando las cosas se tuercen? Podría contarlos con un mano, o quizás ni eso. Nadie quiere que otra persona le amargue con sus problemas, y esto es así.

Mientras, mi voz ahogada y silenciosa grita hasta quedarse sin habla, mientras intento hacerla callar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario