''Qué importa ser poeta o ser basura''
Decía Extremoduro.
Yo elegí basura.

sábado, 14 de diciembre de 2013

La luna.

Y vas llorándole a la luna cada noche, pero a ella no le importas, ni tú ni nadie. Tu querida luna es una puta, se folla a otros despues de que tú le haces el amor y le ruegas que se quede todas las noches. Pero ella siempre se va, ¿verdad? Se va y siempre aparece el sol. Pero tranquilo, ella volverá. Siempre volverá; con sus mentiras, con sus engaños, siempre vuelve. ¿Por qué le cantas a la luna, no ves que no te quiere? Sabes que estás solo, pero no tienes más que a ella, y tienes que visitarla cada noche porque si no estás vacio. Pobre diablo, tanto susurrarle a la luna en vano. ¡Quién pudiera escuchar tan bellas palabras en la boca de un hombre! Lástima que ella no las comprenda, lástima que no haya otra para sentirlas, para responderlas. ¡Qué desperdicio de palabras! Aunque, al fin y al cabo, en eso se resume el amor: en palabras desperdiciadas que nadie siente. ¡Malditos amantes! ¿Por qué os susurrais mentiras? ¿Por qué os engañais mutuamente, si solo os haceis daño? Pobres palabras, han llegado a la categoría de ser utilizadas habiendo perdido todo su significado. ¡Qué gran desperdicio para la lengua! Pobres personas, jugando con sus sentimientos, dañandose mutuamente.
Hubo un loco que dijo que la luna era de queso, pero no se, a mí me parecen más locos los que se enamoran y de esos hay millones y nadie los llama locos.

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